Ignacio Arriaga · 12/04/2024

10 lecciones tras diez años en el SaaS

10 lecciones tras diez años en el SaaS

Índice

Hemos llegado al número 100 de esta newsletter. Para los aficionados a los números, hay 3700 suscriptores y seguimos manteniendo un saludable 65% de porcentaje de apertura. Mantener la cadencia semanal de una newsletter es duro pero solamente he fallado una semana de estas 100. Lo que se me hace más complicado es encontrar temas cada semana. Así que ya sabéis, si queréis que escriba sobre algún tema, dadle a responder y probablemente vuestros deseos se cumplan.

Ahora vamos con la newsletter en sí, me salté el décimo cumpleaños de Acumbamail, así que voy a celebrar ambos eventos y vamos a hablar sobre 10 aprendizajes en estos 10 años que llevamos vendiendo software.

Buy vs build

Una de los mayores errores que cometimos en Acumbamail fue construir muchas cosas que no necesitábamos. Es un error común en las empresas fundadas por desarrolladores. Lógicamente, si vendes software, tienes que hacer software. Pero solo el que vayas a vender, todo lo del alrededor, cómpralo. El coste de construir una solución in-house puede parecer menor que el de pagar por algo externo, el típico esto lo hago yo en dos tardes; pero esas dos tardes se van a convertir en dos semanas y lo que has hecho deprisa y corriendo se va a convertir en una pesadilla para el que lo tenga que mantener. Construye solamente lo indispensable.

Empresas grasas vs empresas magras

En el momento del dopping financiero donde todas las empresas estaban levantando viruta y contratando como si no hubiera un mañana, muchas empresas pasaron de ser magras –equipos pequeños y cohesionados– a ser grasas –un buen número de middle managers cuyo principal afán era contratar más para tener más gente por debajo– con pésimos resultados. Antes de encontrar el product market fit no hagas nada, no levantes dinero, no contrates como un tarado. En muchas ocasiones, el que se mantiene ligero es más rápido que el que se llena de procesos y burocracia.

Las reuniones te matan

Al hilo de la anterior, esto es una cuestión personal, pero uno de los síntomas de que tienes una empresa lenta son los calendarios llenos. Hay formas y formas de gestionar una compañía, pero tener a tus personas más listas saltando de reunión en reunión durante cuatro horas al día para que después les queden ganas de hacer su trabajo, es una mala decisión. Hay mil técnicas para mejorar esto, pero intentar que la empresa sea lo más asíncrona posible creo que es una buena decisión.

Cobra desde el minuto 1

Saliendo de la gestión y volviendo al business, si en tu plan está cobrar a la gente en algún momento, hazlo desde el principio. Repetimos: cobra dinero a tus clientes. Desde el principio. Nadie nunca se arrepintió de cobrar demasiado pronto. Mucha gente se ha arrepentido de empezar a cobrar demasiado tarde. Si no cobras por tu producto, estás validando tu producto pero no tu empresa.

Las ideas no son tan importantes

Tu idea brillante ya la ha tenido muchísima gente antes que tú. Y si no la ha tenido nadie hay dos opciones, o eres un auténtico genio o la idea es mala. Y hay muchos menos genios que personas que se creen que lo son. La ejecución se come a las ideas con patatas cada día. La gente que conozco que más dinero gana con esto de vender software tiene decenas y decenas de competidores. Y les da igual porque han elegido mercados tan grandes que hay toneladas de pasta a repartir. Un buen mercado y una buena ejecución se meriendan a cualquier idea brillante.

El marketing no es secundario

Uno de los grandes que cometimos cuando empezamos fue dejar el marketing de lado. Si hubiéramos empezado antes a hacerlo, habríamos crecido mucho antes y habríamos ganado mucho más dinero. El marketing y el producto son las dos cosas centrales de una empresa de software. Y esto puede englobar muchísimas cosas: ventas, contenido, anuncios, o cualquier otra forma de vender. Para mí, hay que buscar el product market fit también en el marketing. Hay que experimentar mucho gastando poco hasta dar con la tecla de cuáles son los canales más adecuados para después invertir y escalar.

No montes algo con socios a los que no querrías como amigos

Nunca he hablado del tema de los socios, porque es un tema espinoso para mí. Nosotros tuvimos experiencias realmente malas –de acabar en la audiencia provincial– con uno de nuestros socios al empezar con todo esto. Afortunadamente el tiempo puso a cada uno en su lugar. Mi consejo aquí es sencillo, si montas una empresa con alguien te vas a gritar con esa persona sí o sí. Búscate a alguien al que después de cabrearte mucho te apetezca volver a ver. Además de hacer esto, búscate un pacto de socios y fírmalo. Un abogado te puede cobrar unos cientos de euros por apañártelo, un mal socio te puede costar la empresa.

No es oro todo lo que reluce

Todo el mundo te va a contar la película de que le va muy bien. He visto a muy poca gente contando sus cosas malas. Las redes sociales son un compendio de personajes contando cómo lo han petado y mostrando lo listos que son. En la mayoría de los casos ni lo han petado tanto, ni son tan listos. Al final todos somos personas normales y corrientes, unos con más suerte o capacidades o timing que otros. De lo que te cuenten, créete la mitad. Y si estás sufriendo por la comparación con la gente a la que le va mejor que a ti, es probable que las redes te estén haciendo más mal que bien.

Montar un negocio no es para cualquiera

La probabilidad de que te vaya mal montando un negocio es muy elevada. Es mucho más probable ganar una buena pasta siendo empleado que siendo emprendedor. Es cierto que en el improbable caso de que te vaya muy bien, montando un negocio vas a ganar una cantidad de dinero que muy difícilmente habrás ganado como empleado. Pero ten claro que muy muy lista ha fracasado, nadie está libre de que le suceda. Si –dios no lo quiera– a ti te sucediera, que al menos hayas disfrutado por el camino. Y si no te ves con las ganas o las fuerzas de montar algo, hay muchísimos otros caminos perfectamente viables, no todo el mundo debería montar un negocio.

Ser amable es gratis

Esta no tiene nada que ver con los negocios (o sí) pero ser amable abre muchas más puertas en la vida que ser un gilipollas. Yo intento contestar con amabilidad a todo el mundo, me reúno con todo el que me lo pide y no todo tiene que ser para hacer negocio. Obviamente valoro mi tiempo y estoy muy lejos de ser un samaritano pero ayudar a quien puedes ayudar siempre te va a traer cosas buenas.

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