Ignacio Arriaga · 14/11/2025
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Esto iba a ser un trozo de la newsletter de la semana pasada pero le vi suficiente empaque como para ser una newsletter completa.
Hoy vamos a hablar de que, aunque pueda parecer contraintuitivo, intentar alejarse del hype es una buena idea para construir un negocio que funcione.
Cuando empezamos con Acumbamail, en el año 2012, levantar dinero era lo que convertía a una empresa en exitosa. No existía el hype de 2022 en cuanto a valoraciones hiperinfladas pero sí que se celebraban las rondas como si fueran exits.
En aquel momento el hype era el e-commerce. Cualquier inversor con el que hablases lo que iba buscando era el siguiente Groupon o el siguiente Privalia. En España había decenas de plataformas de cupones. Incluso Amazon abrió su propio Privalia –comprando Buyvip– que tuvo que cerrar años después.
La mayoría de la financiación iba a ese tipo de empresas y las que estaban fuera de ese círculo pescaban más bien poco. El tema es que muchas de las que estaban metidas en todo el meollo de convertir internet en un outlet fracasaron a pesar de haberse podido financiar.
Los mercados que están muy calientes tienen muchos competidores con mucho dinero que están dispuestos a matarse entre ellos. Además esos negocios suelen ser apuestas y no realidades: patinetes, vapers, ghost kitchens, NFTs o la carne hecha de plantas son algunos de los que se me ocurren. Todos ellos parecían mercados en los que había que estar sí o sí. Y no lo eran.
Lógicamente la IA no es un mini mercado que vaya a explotar y haya falta hacer memoria para acordarse. La IA va a cambiar muchas cosas, pero la sensación de urgencia de irse a construir en lo que más de moda está, a veces es equivocada.
Ahora mismo, si se quiere construir una compañía global, levantar 100 millones de euros y jugárselo a reventarlo el sitio es la IA. Pero no hay que olvidarse de que el resto del mundo sigue existiendo. Y que, como ya hemos visto en la sección anterior, estar donde todo está muy álgido a veces no es la mejor idea. Porque las cosas que suben muy rápido, en muchas ocasiones, también bajan muy rápido.
También creo que en estos tiempos en los que todo es IA y Agentes, intentar apartarte un poco de ahí te puede dar un buen punto de vista para arrancar algo que tire bien. Hace un año las herramientas de AI Tracking costaban mil euros al mes. Ahora, Amplitude regala la suya.
Una de las cosas de las que más se adolece últimamente es de la prisa: Xwitter está lleno de gráficas de gente que hace muchísimo dinero súper rápido y el mensaje que más se está transmitiendo es que hay que crecer a velocidades nunca vistas o se está muerto.
La realidad es que la mayoría de las empresas no crecen a esos ritmos y, mucho menos, en fases iniciales. Deberías aceptar que te va a costar al menos un par de años conseguir un volumen de clientes decente. No voy a hablar de millones, solamente llegar a 10.000€ de MRR ya es una proeza. Mucha gente tarda años en conseguir sus primeros 1.000 clientes.
El pelotazo rápido sucede muy pocas veces. La mayoría de la gente que conozco que ha hecho dinero ha estado cinco, seis o siete años en su empresa. Ahora es cierto que se están levantando mega-rondas con poco fundamente y que es posible que haya muchos fundadores que se estén llevando buena pasta en secundario. Me parece bien, pero yo preferiría pensar qué quiero hacer en los próximos cinco años en lugar de en intentar conseguir en mega éxito rápido.
En este artículo Paul Graham habló sobre este tema allá por 2012. No sobre la burbuja de la IA, si no sobre elegir mercados que no son los más vistosos.
Schlep es una palabra judía que significa que alguna tarea es tediosa o poco apetecible. Cuando todo el mundo estaba tonteando con los cupones, los hermanos Collison eligieron una tarea de las menos apetecibles que había: conseguir cobrar online. La convirtieron en Stripe, un bicho de 100 billones que es el cobrador de facto de todo internet.
La enseñanza aquí es que muchas veces el dinero está en problemas que da mucha pereza resolver y no en lo que todo el mundo está resolviendo a la vez justo ahora. Que las tareas con las que da pereza ponerse hoy seguirán siendo un problema dentro de cinco años.
Creo que es el momento de que todo el mundo experimente con la Inteligencia Artificial, haga MVPs, flipe con Lovable, aplauda a Freepik y disfrute.
Pero también me gustaría contar que montar una empresa es una decisión que, si tienes suerte, te va a acompañar durante mucho tiempo. Por eso yo intentaría no calentarme –esto prácticamente me lo estoy escribiendo a mí mismo– y elegir bien en qué mercado quiero estar durante los próximos años.
Recordemos que la base de las buenas empresas son los grandes problemas y las grandes tecnologías. Y pensemos en qué ha cambiado la posibilidad de resolver esos problemas con las grandes tecnologías que han aparecido.
Además, los consumidores ya empiezan a entender estos ciclos. Como bien dice aquí Torres Buriel , a veces las herramientas que no siguen la corriente, son las que verdaderamente duran en el mercado. Y, dado el dolor que suponen las migraciones a otros proveedores, ser una empresa estable y no basada en una moda, puede convertirte en alguien más serio cuando la gente quiere elegir.
Yo siempre he dicho que prefiero un buen océano rojo que un océano azul, la existencia de competidores para mí es un símbolo de que hay dinero en el mercado.
Pero entrar en un mundo que está de moda tiene dos problemas. El primero es que cuando algo está de moda suele ser un indicador de que se está llegando tarde. El segundo es que en un mercado al alza no vale solamente con el talento, necesitas los contactos, porque las guerras las suele ganar el mejor financiado.
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